Hoy en día, tener una página web de un negocio es algo vital e imprescindible si se quiere tener presencia online; aunque a veces es necesario un restyling antes de lo que creímos. La web es tu ventana al mundo online donde puedes mostrar tu marca y ofrecer la información que desees transmitir a los usuarios que te visiten, con el objetivo de convertirlos en clientes. 

Hace 29 años que se publicó el primer sitio web por Tim Berners-Lee, exactamente el 6 de agosto de 1991. A lo largo de esos primeros años, fueron muchos los que se lanzaron a crear webs y tener presencia online en un entorno aún desconocido. Desde ese día, el mundo digital ha evolucionado hasta límites que muchos no esperaban y lo que es más sorprendente es que continuamente surgen nuevas ideas, programas, aplicaciones… que hacen que todo evolucione de manera muy rápida y, a veces, no nos dé tiempo a adaptarnos.

Ese es el caso de muchas webs a día de hoy, por eso muchos de los proyectos que gestionamos consisten en hacer un restyling de la web. Este concepto consiste en actualizar una web, adaptar su diseño para que se adapte a las nuevas tendencias. De hecho, los parámetros de Google para posicionar nuestra web también han ido cambiando con los años, por eso las consecuencias de no renovar nuestra web pueden ser que Google no nos encuentre. Factores como la velocidad de carga, si la web es mobile-friendly, errores, enlaces rotos, el tipo de contenido, optimización de imágenes… harán que nuestra web se sitúe entre los primeros puestos o los últimos.

Para comenzar con el rediseño hay que empezar analizando los puntos clave de la web ya existente, con el objetivo de definir qué aspectos deben quedarse y cuáles deben cambiarse.

1. Estudio de marca

Saber cuáles son los valores de la marca y por qué los usuarios visitan la web nos ayudará en este proceso. El estudio de marca nos dará a conocer cuáles son los valores que los consumidores asocian a nuestra marca y cuál es nuestro posicionamiento en el mercado.

2. Brandbook

Hay que analizar también aspectos visuales como el logo, la tipografía, o los elementos visuales; para darle ese toque moderno que buscábamos. Por ejemplo, el rediseño del logo consiste en modernizarlo sin perder su esencia y la tipografía es un punto muy importante porque también transmite la personalidad de nuestro negocio.

3. Rediseño web

Hay otros puntos claves a tener en cuenta para el rediseño de la web, como es la experiencia de usuario (UX). Hay que adaptar también este aspecto al nuevo diseño, junto con estudiar desde el punto de vista técnico si la web es responsive, es decir, si se adapta a los diferentes dispositivos; y la velocidad de carga, uno de los factores claves que Google valora a la hora de posicionar un sitio web. Es importante pensar también en la captación de leads, piensa qué elementos quieres incluir para convertir las visitas en futuros compradores.

Una vez que tenemos el diseño del boceto de la página web nos reunimos con el cliente para que revise las mejoras a implementar y apruebe los cambios. Si está de acuerdo con la propuesta nos ponemos manos a la obra con la producción, que consistirá en por un lado en la construcción en sí de la web y por otro, lo comentado anteriormente como la adaptación del contenido o el diseño del logo.

4. Estudio e implementación SEO

A la par que el diseño de la web, es necesario realizar también un estudio de posicionamiento, para mejorar el SEO. Analiza qué keywords son las que quieres destacar y cómo distribuir los contenidos a lo largo de las páginas. Este proceso también forma parte del restyling de una web.

5. Puesta en producción y presentación

Cuando tengamos nuestra “nueva” web es importante testar todas las funcionalidades, es decir, hemos de comprobar, por ejemplo, si la podemos ver correctamente en todos los dispositivos, cuál es la velocidad de carga, cómo se posiciona en los buscadores, si el diseño es lo que buscábamos, si es intuitiva… A continuación, nos reunimos con nuestro cliente para enseñarle el proyecto que hemos realizado.

Un ejemplo de restyling que hemos realizado desde Webme Agency sería, por ejemplo, la web de Lorena On Fit. Os enseñamos la transformación que hemos realizado de su web.

El lanzamiento llega después de la aprobación del cliente. En este caso, creemos que después del restyling hemos conseguido todos los objetivos que nos planteamos para la nueva web de Lorena On Fit.

Os enseñamos el antes y el después de la sección del Blog.

Es importante, seguir haciendo el mantenimiento y soporte de la web una vez publicada. Si la dejamos en el olvido, es probable que tengamos que hacer pronto otro restyling.

¿Tu web está anticuada? ¿Necesita un restyling? Te ayudamos, contacta con nosotros.